El amor es uno de los sentimientos más complejos e intensos que puede experimentar el ser humano. En este artículo vamos a dar un espacio para recopilar algunos de los poemas románticos más conmovedores que conseguirán remover las emociones de cualquier persona que los lea o los escuche.
Tanto si estás enamorado de una persona como si te apetece leer sobre el amor, estos poemas fueron producidos por algunos de los más reconocidos escritores del mundo y de la lengua española. Déjate atrapar por ellos y compártelos con aquellas personas que crees que se los merecen.
Puedes estar seguro de que todos estos poemas te llegarán a lo más hondo de tu corazón. Si encuentras el indicado, puedes escribírselo a esa persona tan especial que hay en tu vida, usarlo como dedicatoria, o memorizarlo para recitarlo en el momento perfecto.
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la Tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
Uno de los grandes escritores de poesía y en concreto, de poesía relacionada con el amor. Gustavo Adolfo Bécquer sabe cómo llegar a lo más profundo de nuestros sentimientos haciendo que despierte nuestro amor por las personas que nos rodean y en especial, el amor romántico que sentimos por esa persona tan especial.
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca, Y gris, verde, y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… O no me quieras.
Una bonita poesía de amor en la que la autora juega con la metáfora de una rosa. Habla sobre la aceptación de la persona, del ser amado, como un todo, sin que haya que disociar distintas partes “positivas” o “negativas”. Porque amar es incompatible con desear separar las partes del otro.
Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.
Cuando tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.
En esta poesía de amor del mítico Garcilaso de la Vega descubrimos la visión que tiene el autor sobre el amor. Para él, es algo casi innato, que va acompañado de una predisposición hacia una persona en concreto. Un amor completo hacia una persona “elegida” del que no se puede escapar y que es tan intenso que puede acabar matando.
Ya toda me entregué y di
y de tal suerte he trocado,
que es mi amado para mí,
y yo soy para mi amado.
Cuando el dulce cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor
mi alma quedó caída.
Y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado
que es mi amado para mí,
y yo soy para mi amado.
Hirióme con una flecha
enherbolada de amor,
y mi alma quedo hecha
una con su Criador,
ya no quiero otro amor
pues a mi Dios me he entregado,
y mi amado es para mi,
y yo soy para mi amado.
En esta poesía de amor aparece la idea de Dios al final, después de leer los impecables versos de la autora. ¿Habla de un hombre amado, o del amor que siente hacia Dios? ¿Tal vez ambos? ¿O es Dios el causante del amor que siente hacia su hombre?
No sabe qué es amor quien no te ama,
celestial hermosura, esposo bello,
tu cabeza es de oro, y tu cabello
como el cogollo que la palma enrama.
Tu boca como lirio, que derrama
licor al alba, de marfil tu cuello;
tu mano en torno y en su palma el sello
que el alma por disfraz jacintos llama.
¡Ay Dios!, ¿en qué pensé cuando, dejando
tanta belleza y las mortales viendo,
perdí lo que pudiera estar gozando?
Mas si del tiempo que perdí me ofendo,
tal prisa me daré, que aun hora amando
venza los años que pasé fingiendo.
Lope de Vega es también uno de los máximo representantes de la poesía de temática romántica. Con poesías de amor como esta podrás enamorar a casi cualquier persona. Siempre y cuando esa persona sea capaz de valorar las bonitas palabras que poesías como estan contienen.
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas, que humor a tanto fuego han dado,
médulas, que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
Con una retórica más elaborada y con evidentes arcaísmos, este poema de amor de Quevedo consigue tocar el corazón de los enamorados; o de los que lo van a estar.
¿Serás, amor
un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse.
En el mismo encuentro
con la luz, con los labios,
el corazón percibe la congoja
de tener que estar ciego y sólo un día.
Amor es el retraso milagroso
de su término mismo:
es prolongar el hecho mágico
de que uno y uno sean dos, en contra
de la primer condena de la vida.
Con los besos,
con la pena y el pecho se conquistan,
en afanosas lides, entre gozos
parecidos a juegos,
días, tierras, espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando,
hermana de la muerte o muerte misma.
Cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el lugar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo altísimo, temblando.
Y la separación no es el momento
cuando brazos, o voces,
se despiden con señas materiales.
Es de antes, de después.
Si se estrechan las manos, si se abraza,
nunca es para apartarse,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos
es una despedida larga, clara
y que lo más seguro es el adiós.
Con un poema para enamorados como este, donde se habla de cómo dicho sentimiento nos ciega, nos apasiona y nos conmueve, recomendamos a todos los enamorados leer más poemas de Pedro Salinas. Un gran referente de la poesía mundial.
Esto no puede ser no más que una canción;
quisiera fuera una declaración de amor,
romántica, sin reparar en formas tales
que pongan freno a lo que siento ahora a raudales.
Te amo,
te amo,
eternamente, te amo.
Si me faltaras, no voy a morirme;
si he de morir, quiero que sea contigo.
Mi soledad se siente acompañada,
por eso a veces sé que necesito
tu mano,
tu mano,
eternamente, tu mano.
Cuando te vi sabía que era cierto
este temor de hallarme descubierto.
Tú me desnudas con siete razones,
me abres el pecho siempre que me colmas
de amores,
de amores,
eternamente, de amores.
Si alguna vez me siento derrotado,
renuncio a ver el sol cada mañana;
rezando el credo que me has enseñado,
miro tu cara y digo en la ventana:a
Yolanda,
Yolanda,
eternamente, Yolanda.
Pablo Milanés es un escritor algo distinto al resto de poetas de esta lista, ya que Milanés es en realidad un cantautor de origen cubano, pero que destaca con fuerza a la hora de componer letras de amor. Tal es su talento, que hemos decidido incluirlo en nuestra lista de poemas románticos. A sus 75 años de edad, sigue actuando y ofreciendo temas capaces de acariciar el alma de cualquiera.