En este artículo hemos recogido una selección de poemas para niños pequeños que resultarán muy atractivos y estimulantes para todos ellos.
Porque la poesía es algo que todas las personas, sin importar la edad, el sexo o el origen, deberían disfrutar y conocer. Si nos centramos en la edad, lo cierto es que lo más importante es que los niños comiencen con esta estimulación cuanto antes. Solo de esta forma se podrá cultivar en los niños y niñas las ganas de leer cuando sean mayores.
Entre las piedras curiosas
van saltando las ardillas,
junto a la orilla del mar
lo pasan de maravilla.
Las nubes desde muy alto,
las miran con mucha envidia,
quisieran poder bajar
y unirse al juego algún día.
Los animales y la naturaleza forman parte de los vocabularios que primero aprenden los niños y niñas, tanto en la escuela como en el entorno familiar. Cuando las poesías tratan temas tangibles como objetos y seres vivios, les ayuda a imaginarse la situación y a entender qué es lo que sucede.
Voy andando por la arena
y detrás de mis pisadas,
he descubierto una araña
que con rabia da patadas.
Con el mundo está enfadada,
y yo, no puedo hacer nada.
Una poesía no muy alegre pero fácil de recordar. Puede ser muy práctica para leer a un niño y hacerle preguntas como: ¿Por qué crees que la araña está enfadada? ¿Qué crees que hace una araña en la arena?
Este tipo de ejercicios potencian mucho las capacidades mentales del niño y con todos estos poemas para niñas y niños puedes conseguir tal objetivo.
Barre riendo la escoba
la escoba barriendo va,
barre barriendo riendo,
va riendo sin parar.
¡Ay que escoba tan alegre!
que siempre riendo va,
riendo barre la escoba
la escoba barriendo va.
Una mezcla entre trabalenguas y poesía, este poema para niños es perfecto para que aprendan a pronunciar la letra erre. Si bien puede resultar un poco difícil al principio, es muy útil para mejorar con el paso del tiempo las capacidades fonadoras del menor.
Una cucaracha,
cha, cha, cha,
baila con un grillo,
cri,cri,cri,
se mueven con gracia
con pasos sencillos.
Ahora canta el grillo,
cri, cri, cri,
con la cucaracha,
cha, cha ,cha,
bailando y cantando
qué bien se lo pasan.
Una poesía llena de rimas sencillas y con una sonoridad destacada. Encandilará a los más pequeños y les resultará fácil de aprender. Perfecta para acompañar de movimientos y gestos.
Hoy Minina está preciosa
se ha puesto un vestido rosa
con un cuello de volantes
y en la oreja, mariposas.
Después empieza a bailar
girando muy orgullosa.
Baila Minina y da vueltas
sabiéndose muy hermosa.
Hoy Minina está muy guapa
y como lo sabe, posa.
Suponemos que Minina es una gata muy presumida. La protagonista de este poema para niños es divertida y dará mucho en qué pensar a más de uno/a. ¿Bailamos?
Quién subiera tan alto
como la luna
para ver las estrellas
una por una.
Y elegir entre todas
la más bonita
para alumbrar el cuarto
de la niñita.
Como veremos también en el próximo poema, la Luna es uno de los astros (junto al sol, probablemente) que más elogios, canciones y poemas ha recibido del mundo. Da igual la cultura que se analice, todas adoran a este solitario y bello satélite.
Quién subiera tan alto
como la luna
para ver las estrellas
na por una,
y elegir entre todas
las más bonitas
para alumbrar el cuarto
de la abuelita.
De nuevo un poema para niños sobre la luna y las estrellas. Este tipo de poemas son perfectos para la noche y para la hora de irse a dormir. Leerlos a los niños puede ser una herramienta para que concilien el sueño.
La mariposa se posa,
se posa en la flor.
¡Alégrate mariposa
la primavera llegó!
De entre todas las estaciones, la primavera es la que más atención suele recoger. Quizás porque simboliza el crecimiento y nacimiento de muchos elementos de la naturaleza; el explendor de la Tierra personificada.
Mi sombra me sigue,
mi sombra me atrapa.
Mi sombra se encoge
mi sombra se alarga.
Me imita y se esfuma
se dobla y se agranda
y baja cuando subo
y sube cuando bajo.
Y sin ningún trabajo
es dinosaurio o nube.
Es gigante o enano
y está donde yo estuve.
Sombra que prolongas
la noche en día.
Ahí donde te pongas
eres mi otra y la misma
sombra que asombras
bajo sombrero o sombrilla,
dime en silencio, hermana,
dime. ¿Por qué no brillas?
Una poesía para niños larga y compleja. Está será indicada para menores de mayor edad que ya se siente cómodos leyendo, escuchando o incluso recitando poemas más sencillos.
Para Papá Noel
le dejó un calcetín
y para el Rey Gaspar
un zapatito gris.
El otro zapatito
se lo dejo a Melchor
y para Baltasar
una carta de amor.
También tenemos poemas de navidad. En estas fechas es muy común que los más jóvenes canten canciones o villancicos. La poesía también puede servir para adornar y disfrutar de estos momentos.
El señor invierno
se viste de blanco
se pone el abrigo
porque está temblando.
Se va a la montaña,
se mete en el río,
y el parque y la calle
se llenan de frío.
Se encuentra a la lluvia
llorando, llorando,
y también al viento
que viene soplando.
¡Ven amigo Sol!
Grita en el camino
pero el sol no viene
porque se ha dormido.
Si bien la primavera suele tener un lugar importante en las estaciones del año, el invierno no se queda muy atrás. Una época llena de festividades en muchas culturas, especialmente en occidente. Con poemas como estos no hay fecha que no se merezca su propio poema.
Yo tenía una vaca
muy educada,
que no hacía
ni mu ni nada
pero me daba
leche con nata
montada.
Uno de los animales por excelencia de la infancia. El caso de esta vaca es muy particular porque tiene la capacidad de dar leche con nata montada. A ver cómo le explicamos este poema para niños a los más jóvenes..