¿Te apetece reír a carcajadas y contagiar tu risa a todos los que te rodean? Si es así, ¡estás de enhorabuena! Te presentamos una selección de chistes graciosos para reirte durante un buen rato. Porque chistes hay de muchos tipos, pero de esos que consiguen hacerte reír casi sin esfuerzo no existen demasiados. ¿Lo mejor? Que los tenemos todos aquí especialmente seleccionados para ti.
Ya sabemos que hay gente que prefiere los chistes malos, pero aún hay bastantes más que sabe reconocer un chiste gracioso cuando lo lee o lo escucha. Así que, si eres de estas últimas personas, esta selección te hará pasarlo en grande.
ÍNDICE
3. Chistes graciosos para niños
Los chistes que os presentamos son especialmente cortos, para que te sea fácil memorizarlos y explicarlos después en una cena familiar o en una reunión de amigos. La principal ventaja de los chistes cortos graciosos es que son del agrado de todo el mundo, así que no hace falta tener demasiada gracia para contarlos.
- ¡Estás obsesionado con la comida!
- No sé a que te refieres croquetamente.
- Qué vas a hacer en la cocina?
- Voy a poner té verde.
- Cuidado con lo que dices de mí, imbécil.
- Mi amor ¿Puedes cambiar al bebé?
- Creí que nunca me lo pedirías, ¿tú crees que nos darán por él una PS4?
Esto es un hombre muy susceptible y va otro y le dice:
- Oye tú...
Y le responde:
- Pues anda que tú.
- ¿Cómo se llama aquella montaña?
- ¿Cuál?
- ¿Y la otra?
Un marido le dice a su mujer.
- Nena, estás haciendo progresos, sólo te has tirado tres cuartos de hora al teléfono. ¿Quién era?
- Se habían equivocado...
- Mamá, en el cole me llaman despistado.
- Su tabaco, gracias.
- Hola señorita, soy Jimmy el Rápido, adiós señora.
- Mamá, mamá, en el colegio me dicen champú.
- Tranquilo, Johnson, no más lágrimas.
- Papá, dice mamá que estas obsesionado con el móvil.
- Cállate Alfonsiete.
Uno que llama por teléfono:
- ¿Oiga es la embajada de Laos?
- Sí, señor.
- Pues mándeme dos de vainilla, por favor.
- Caballero, ¿vino con el filete?
- No, he venido yo solo.
- ¡Oye, Oye!, pero, ¿por qué golpeas a ese maniquí?
- ¡Arrrrrrrg! ¡Es que no soporto a la gente falsa!
- Oiga. ¿Se puede llamar imbécil a un juez?
- No.
- ¿Y llamar "señor juez" a un imbécil?
- Eso sí.
- Gracias, señor juez.
Un paciente entra en una consulta.
— ¿Qué es lo que le ha traído por aquí?
— Una ambulancia, ¿por qué?
- ¿A usted le gusta la pintura?
- Un poco sí, pero mucha me empalaga...
- Perdone, ¿Dónde está la sección de libros sobre el sentido del gusto?
- Lo siento, sobre gustos no hay nada escrito.
- ¡Soldado! Ayer no lo vi en la clase de camuflaje.
- ¡Gracias capitán!
- Ramón, si supieras que voy a morir mañana, ¿qué me dirías hoy?
- ¿Me prestas 1000 euros, y mañana te los devuelvo?
- Buenas, ¿es aquí el club de ludópatas?
- Apuesto a que sí.
- ¡Lo doblo!
¿No te has reído bastante? Te ofrecemos chistes más graciosos ideales para contar en cualquier ocasión, de esos que se te quedan grabados en la memoria y que te siguen haciendo gracia por mucho que los cuentes.
En un manicomio se encontraban dos locos, se escaparon en un coche, uno le dice al otro:
- Mira, que rápido van los árboles.
Y el otro le contesta:
- ¡A la vuelta volvemos en árbol!
- ¡Eso! ¡Ahoguen a ese desgraciado!
- Cállate abuela, estamos en un bautizo.
- ¿Qué hora es?
- La 1.
- ¿Seguro?
- ¿No voy a estar seguro si lo he escuchado dos veces?
- Cada una de las respuestas debe ser verbal, ¿vale?
- Primera pregunta: ¿Cuál es su nombre?
- Verbal.
- Sabes, La Carmen ha tenido un niño albino.
- No me extraña, con lo borracha que es.
- Mamá, en el colegio me llaman gorda.
- ¿Y tú te has quejado ante la profesora?
- No.
- Pues no dejes para marrana lo que puedas hacer oink.
- El médico dice que eres hipocondríaco.
- ¿Ves? Y tú diciendo que no tenía nada...
- Tu perro parece un gato.
- Es que es un gato.
- Pues parece un perro.
Un niño fue golpeado por la vecina y la madre furiosa fue a pedirle explicaciones:
- ¿Por qué le pegó a mi hijo?
- Por maleducado, me llamó gorda.
- ¿Y cree que pegándole va a adelgazar?
Un borracho que entra en un bar y dice:
- ¡Feliz Año Nuevo!
Dice el camarero:
- ¿Qué dices? ¡Si estamos en agosto!
- Ostia que bronca me va a dar mi mujer, nunca me había retrasado tanto.
Un tío va a la óptica y dice:
- Querría unas gafas.
- ¿Qué las quiere, para ver de lejos o para ver de cerca?
- Para ver por aquí, por la provincia de Huesca...
- ¡Los disléxicos también somos persianas!
- Manolo, lo nuestro no funciona.
- ¿Lo nuestro es la play?
- No, nuestra relación.
- Uff, menos mal.
- Siento que te hayas enterado así de la muerte de tu padre
- ¿Ha muerto mi padre?
- Siento que te hayas enterado así de la muerte de tu padre.
- Hola, me llamo Paco Fernández y soy cuñado.
- Hola, Paco.
- Llevo 63 días sin opinar de lo que no sé.
- Te mereces un aplauso.
- Así no se aplaude.
- ¿Qué tal tu padre?
- Se debate entre la vida y la muerte.
- Que no sea tonto, que elija vida.
- Ponga un ejemplo del renacimiento.
- Los zombis.
- Y este es el sillón en el que me siento a menospreciar.
- Parece cómodo.
- Qué sabrás tú.
- Camarero, pon una de calamares a la rumana.
- Perdón, señor, será a la romana.
- Irina, cariño, dile al imbécil éste de dónde eres.
- Soy el genio de la lámpara ¡Te concedo tres deseos!
- Quiero 3 ñus
- ¡Concedido! Te quedan dos...
- ¿Me has matado un ñu?
Los niños también tienen derecho a reírse. Estos chistes son para ellos, para que los cuenten a sus amigos en el colegio y aprendan a reír. A veces, son los niños los que más gracia tienen contando chistes.
- Jaimito, define “telepatía”.
- Aparato de TV para la hermana de mi mamá.
- Cómo se dice ‘perro’ en inglés?
- Dog.
- ¿Y cómo se dice veterinario?
- Muy fácil. Dog-tor.
¿Qué le dice un ganso a una gansa?
- ¡Vengansa!
- ¿Sabes qué mamá? En el cole nos han enseñado a hacer explosivos.
- ¿Ah sí, Jaimito? ¿Qué bien? ¿Y que aprenderéis mañana en el colegio?
- ¿Qué colegio?
- Jaimito, ¿cuál es el futuro de “yo vivo”?
- Usted morirá.
- Profe, ¿me castigarías por algo que no he hecho?
- Claro que no Pepito.
- Genial profe, no he hecho los deberes.
- ¿Tienes vacas y ovejas?
- Sí.
- Pues ya tienes mucho ganado.
Mamá, mamá, ¿puedo usar tu coche?
- ¡No sin mi supervisión, Jaimito!
– ¡Uy, perdón, no sabía que había que tener superpoderes…!
Dos amigos se encuentran por la calle y uno le pregunta al otro:
- Qué hora es?
- Las 12.
- ¡Vaya, qué tarde!
- ¡Pues haber preguntado antes, hombre!
¿Qué le dice una pulga a otra?
- ¿Vamos a pié o esperamos al perro?